miércoles, 22 de diciembre de 2010

El juego de los semáforos


Me gusta jugar el juego de los semáforos. El juego consiste en tratar de pescar el mayor número de luces verdes sin exceder el límite de velocidad. Un día pasé unos 7 semáforos en verde cuando me dirigía a una iglesia y no pude evitar pensar: “Dios está conmigo”. Suelo pensar que cuando todo sale bien, Dios está conmigo, y cuando las cosas no salen como yo quiero, me está castigando. Pero el pasaje de la natividad en Mateo guarda un conjunto de sinsabores y tragedia que me obliga a pensar de otra manera.
Pongámonos en las sandalias de María por un momento. “Estoy embarazada pero no he estado nunca con un hombre, aun no me he unido a mi esposo por lo que seguramente me apedrearan cuando me denuncie a las autoridades.” Y José no se queda atrás, preguntándose, “¿Porqué esta mujer que yo consideraba pura ahora me sale con esto?” ¿Pueden imaginarse todo ese estrés para esta pareja que apenas estaba comenzando su matrimonio? Ahora bien, el Reinaldo que le gusta jugar con los semáforos se pregunta: Si Dios tuvo siglos para planificar la llegada del Mesías y es todo poderoso, ¿por qué no hizo algo con menos inconvenientes?
Herodes termina matando a todos los niñitos de dos anos para abajo en Belén y sus alrededores. José huyendo a Egipto, con María y un bebecito muy pequeño. Raquel llorando con mucho dolor. Aun cuando todo esto estaba escrito siglos antes, no se evitó. Dios mostrando su poder, los Herodes haciendo desastres, con nuestras vidas y nuestras familias llenas de estrés por situaciones que no buscaron, estos eventos no parecen pegar.
La cosa es que, el Reinaldo que le gusta jugar con los semáforos, cree que cuando Dios obra, todo debe ser como un sueño perfecto sin inconvenientes. Muchos estudiantes ateos de la UCV suelen tener un argumento similar: “Si hay un Dios todopoderoso, porque tanta injusticia y guerras”. Pero es interesante que la Biblia nunca presenta un lecho de rosas cuando Dios está obrando. Por el contrario, cada vez que Dios trabaja, pareciera que todo se estremece. Leamos la Natividad según Mateo en el capítulo 1:
Nacimiento de Jesucristo
18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando comprometida María, su madre, con José, antes que vivieran juntos se halló que había concebido del Espíritu Santo.
19 José, su marido, como era justo y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.
20 Pensando él en esto, un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
21 Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».
22 Todo esto aconteció para que se cumpliera lo que dijo el Señor por medio del profeta:
23 «Una virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Emanuel» (que significa: «Dios con nosotros»).
24 Cuando despertó José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado y recibió a su mujer.
25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito, y le puso por nombre Jesús.
Mateo 2
La visita de los sabios de Oriente
1 Cuando Jesús nació, en Belén de Judea, en días del rey Herodes, llegaron del oriente a Jerusalén unos sabios,
2 preguntando:
--¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?, pues su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarlo.
3 Al oír esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.
4 Y, habiendo convocado a todos los principales sacerdotes y escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
5 Ellos le respondieron:
--En Belén de Judea, porque así fue escrito por el profeta:
6 »"Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá, porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel".
7 Entonces Herodes llamó en secreto a los sabios y se cercioró del tiempo exacto en que había aparecido la estrella.
8 Y enviándolos a Belén, dijo:
--Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño y, cuando lo halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya a adorarlo.
9 Ellos, habiendo oído al rey, se fueron. Y la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que, llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
10 Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
11 Al entrar en la casa, vieron al niño con María, su madre, y postrándose lo adoraron. Luego, abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
12 Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
La huida a Egipto
13 Después que partieron ellos, un ángel del Señor apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Permanece allá hasta que yo te diga, porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo».
14 Entonces él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto.
15 Estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: «De Egipto llamé a mi Hijo».
Matanza de los niños
16 Herodes entonces, cuando se vio burlado por los sabios, se enojó mucho y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo indicado por los sabios.
17 Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo:
18 «Voz fue oída en Ramá, grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos y no quiso ser consolada, porque perecieron».
Dicen que es imposible vencer la influencia que los medios ejercen sobre nuestras mentes. Lo digo por la navidad que ellos nos venden y nosotros compramos y a la cual llamare: “navidad humanista”. La “navidad humanista” está centrada en el hombre, sus deseos y confort. Como la navidad humanista es materialista suele cantar: “hay quien tiene todo, todo lo que quiere y sus navidades siempre son alegres”… Herodes es un magnifico exponente de la “navidad humanista”, porque él dice que quiere adorar al nuevo Rey, a Jesús, pero realmente lo quiere matar para mantenerse como el centro y señor de todo su mundo ególatra lleno de castillos y fortalezas.
Pero, por otro lado, tenemos a los sabios del oriente, quienes son descritos como: llenos de felicidad, en contraposición al enojo de Herodes. ¿Cómo invirtieron estos, sabios, sus fuerzas, conocimiento, dinero y tiempo durante la primera navidad? ¡Adoraron a Jesús! De eso se trata y eso por cierto es gratis. Cientos de personas alrededor del mundo se deprimen en navidad porque no logran correr suficientemente rápido la carrera que les impone la TV. Pero la navidad se trata de estar en cualquier sitio simple, con nuestra ropa de todos los días, adorando en espíritu y en verdad a Jesús. Con sinsabores, tragedias, carencias, enfermedades o grandes desafíos te invito a ser, un sabio feliz y adorar a Jesús a darle gracias por todo y todos.
Este jueves 13 de Enero de 2011 tendremos en nuestra casa, un tiempo para leer este pasaje y reflexionar en el. La cita es en la Quinta Mi Alegría, Av. La Minerva, Las Acacias, en toda la redoma de entrada de la UCV. La redoma de entrada del edificio de trasbordo, donde funcionan las escuelas de Educación, Idiomas Modernos y Administración-Contaduría. La hora, de 7:15 a 8:00 de la noche y la cena estará incluida. Danielle y yo estaremos vía Skype, y Marco e Irenecarolina serán nuestros anfitriones. Vente.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Esfuérzate y se valiente

Solía visitar a los feligreses de mi iglesia durante la semana para llevarles algo. Uno de esos días, cuando iba a entrar en los callejones de “Cotiza” para ir a la casa de la familia Veli,z me encontré con que al final de la calle estaban unos 5 tipos en actitud sospechosa. Entonces me dije: -Me van a robar- porque me tenían la vista puesta. Luego de unos 3 pasos, comenzaron a moverse de forma extraña, como en cámara lenta. Parecía un episodio real de “Matrix”. Al principio pensé que estaban por sacar sus pistolas, pero luego me desconcertaron.
Comenzaron a poner sus manos hacia arriba como si yo los estuviera apuntando con un arma. Luego se colocaron contra los carros con sus manos en la nuca. Fue en ese momento cuando logré escuchar a unas personas a mis espaldas dando instrucciones a todos. Era una pick-up llena de oficiales de policía que habían entrado en el barrio muy calladamente, tan calladamente que aunque los tuve detrás de mí, nunca me percaté de su presencia.
Solía visitar a mi gente, en Plan de Manzano, Blandin, Ojo de agua, Cotiza, el 23 de Enero, Los frailes de Catia, Manicomio, y otras áreas de la Caracas famosas por su peligrosidad. No fueron pocas las ocasiones cuando regresaba a mi casa a las 12:00 de la noche, pero mientras a muchos de mi iglesia los robaban una o dos veces al mes, durante casi cuatro años nunca me robaron. ¿Por qué? No lo sé, yo no soy mejor que nadie. Aunque siempre mientras iba a cumplir con mi trabajo me armaba con un pensamiento: -Dios yo estoy haciendo lo que hago, no porque lo deseo, sino porque tú me has llamado a hacerlo y espero tu respaldo- Esto no garantiza que a uno no lo maten cumpliendo con su deber, pero si garantiza un entendimiento de porque uno hace lo que hace.
Yo no soy un hombre valiente y esforzado por naturaleza; por el contrario, soy flojo y cobarde. Pero hay un poder impresionante cuando Dios te dice: “Yo estaré contigo”, y tú lo crees. Ya no es uno, es Él. Dios muchas veces toma lo débil y despreciado por la gente para hacer cosas impresionantes. Josué no fue diferente, Dios le dio una orden: esfuérzate y se valiente dirigiendo a mi pueblo a conquistar lo que ya yo les he dado. Les invito a apreciar el poder en este pasaje que abre el comienzo de un Israel glorioso bajo el liderazgo de un joven para el cual casi todo en el camino seria nuevo.


Josué 1
1Sucedió después de la muerte de Moisés, siervo del SEÑOR, que el SEÑOR habló a Josué, hijo de Nun, y ayudante de Moisés, diciendo:
2Mi siervo Moisés ha muerto; ahora pues, levántate, cruza este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.
3Todo lugar que pise la planta de vuestro pie os he dado, tal como dije a Moisés.
4Desde el desierto y este Líbano hasta el gran río, el río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el mar Grande que está hacia la puesta del sol, será vuestro territorio.
5Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré.
6Sé fuerte y valiente, porque tú darás a este pueblo posesión de la tierra que juré a sus padres que les daría.
7Solamente sé fuerte y muy valiente; cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó; no te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas.
8Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito.
9¿No te lo he ordenado yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el SEÑOR tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.
10Entonces Josué dio órdenes a los oficiales del pueblo, diciendo:
11Pasad por medio del campamento y ordenad al pueblo, diciendo: "Preparad provisiones para vosotros, porque dentro de tres días cruzaréis el Jordán para entrar a poseer la tierra que el SEÑOR vuestro Dios os da en posesión."

Cuando recuerdo como me esforcé y fui valiente en mi juventud, gracias al poder que Dios me dio, me da mucho gozo. Esforzarse y ser valiente es una de las cosas buenas y sabrosas que tiene la vida. El maestro José Antonio Abreu, padre del “Sistema de orquestas juveniles de Venezuela” decía que: “la abundancia puede llegar a ser tan trágica como la pobreza extrema”. Jóvenes que teniéndolo “todo” son tan desdichados por no tener un deseo por nada. Otros suelen decir que uno se esfuerza y es valiente para obtener cosas, yo estoy en desacuerdo, porque he visto a muchos luchar duro toda su vida y no haber obtenido nada, mientras otros nacen con todo lo que desean sin haber movido un dedo. Pero esforzarse y ser valiente es en sí mismo una recompensa, una bendición, es una capacidad que Dios da. Desde luego, la gente que se esfuerza y es valiente, suele lograr sus objetivos en la vida y esos objetivos pasan. Pero el carácter esforzado y valiente queda eterno como un tesoro.
Hoy está de moda todo lo contrario: a la gente le encanta el “cristianismo mágico”. El “cristianismo mágico” es esperar que Dios me de las cosas sin esfuerzo alguno y escondido debajo de una piedra. Dios es el mismo ayer, hoy y siempre y hace milagros. Pero por ejemplo, Marcos Witt cuenta que un joven se le acerco pidiéndole que orara para que todo, todito, su talento se le transfiriera a él en ese momento. Marcos decía: -Este muchacho no tiene idea de todo el esfuerzo que durante muchos años yo tuve que invertir para llegar a ser el músico que soy- Sin embargo, no son pocos los estudiantes cristianos que le piden a Dios que les pase un examen sin haber estudiado. Qué vergüenza. A Josué y a su pueblo, Dios ya le había dado la tierra prometida, pero ellos tenían que ir a conquistarla.
La clave de todo está en contar con la presencia del todopoderoso a nuestro lado, pues si El está con nosotros, quien podrá hacernos frente. Para ello, Dios le dio un ejercicio bien práctico a Josué, le dijo que su palabra no debía apartarse de su boca. La palabra de Dios abunda en la boca de alguien cuando éste medita en ella de día y de noche. Se acuesta pensando en ella, y se levanta temprano para reflexionar ella, porque es dulce como la miel. Cuando dicha persona le toca tomar decisiones, tiene al mejor consejero del universo metido en su mente y corazón. Es entonces cuando se cumple a cabalidad la promesa: “Estaré con vosotros”.
Tomamos docenas de decisiones diariamente, ¿le doy paso o no le doy paso? ¿Espero que se sirva primero o me sirvo yo primero? ¿Le oculto la verdad o soy sincero? ¿Compro un nuevo par de zapatos o le doy ese dinero a alguien que lo necesita? Si sumamos las millones de decisiones a través de los años, tendremos como total una vida vivida. Mi sugerencia es que no tomes tus decisiones basadas en el temor o en la flojera. Intenta en cada decisión, que la vida tenga sentido y valor. Solo esfuérzate y se valiente.